dilluns, de juliol 30, 2007

Espero curarme de ti

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

4 comentaris:

Gem ha dit...

"Buenu"!!! Una setmana no està malament, no??!!

Mua!

Aaaaats ha dit...

en una setmana hi ha suficients hores per estimar, odiar i tornar a estimar.

en una setmana pot canviar tot.

m'ha encantat l'escrit petit.
d'on surt aquest home?

t'estimo*
helena

Aaaaats ha dit...

Horizontal, sí, te quiero.

Mírale la cara al cielo,
de cara. Déjate ya
de fingir un equilibrio
donde lloramos tú y yo.
Ríndete
a la gran verdad final,
a lo que has de ser conmigo,
tendida ya, paralela,
en la muerte o en el beso.

Horizontal es la noche
en el mar, gran masa trémula
sobre la tierra acostada,
vencida sobre la playa.
El estar de pie, mentira:
sólo correr o tenderse.
Y lo que tú y yo queremos
y el día —ya tan cansado
de estar con su luz, derecho—
es que nos llegue, viviendo
y con temblor de morir,
en lo más alto del beso,
ese quedarse rendidos
por el amor más ingrávido,
al peso de ser de tierra,
materia, carne de vida.

En la noche y la trasnoche,
y el amor y el trasamor,
ya cambiados
en horizontes finales,
tú y yo, de nosotros mismos.

PEDRO SALINAS,
LA VOZ A TI DEBIDA

Yeral ha dit...

Gràcies Helena pel comentari i per la poesia. Et dec un mail, una explicació i te la donaré. M'ha encantat també el poema de Salinas... Quin figura! Estic com flotant en un núvol del qual no sé si cauré al més profund dels abismes o em portarà al cel més esponerós. De debó... ara no tinc por, perquè, com deia Silvio, "los amores cobardes no llegan a amores ni a historias, se quedan allí...".
T'estimo tant que si et dic que t'estimo redueixo a no res el que sento per tu, cousin.
Un petó sincer,
Gerard